Gracias a mi papá, recuerdo haber asistido a
partidos desde muy pequeño al estadio azteca, recuerdo varios clásicos y
especialmente uno de ellos, yo tendría unos 9-10 años e íbamos unas 8 personas,
entre las que destacaba un alemán de nombre York, amigo de uno de mis tíos que
andaba de visita por el país. Pues este muchachón de dos metros de altura, como
buen alemán, bebía cerveza, y vaya que bebía. Anteriormente, como referencia para los más
chavos jajaja, en el azteca no había limitación en cuanto al horario para
vender cerveza y llamábamos “cartero” al noble señor que te abastecía de cerveza
durante el partido, es más, creo que hasta podías llegar temprano y empezar la
hidratación correspondiente. Cuando ya era un grupo grande de personas, lo que
hacían era cobrarte al final del encuentro, de acuerdo al número de vasos de
cerveza que tenías. Pues bien, al final se nos acerca nuestro cartero de turno
y nos dijo que eran “X” cantidad de cervezas, pero haciendo cuentas rápidas no
cuadraban, eran muchas… le comentaron que algo andaba mal con el número de
cervezas que según se habían consumido. Al final la cuenta estaba bien, nuestro
compañero alemán había consumido la fabulosa cantidad de 14 cervezas en dos
horas de partido… y sin tener efecto alguno, al menos de simple vista.
Otro partido que recuerdo fue la final de la
copa confederaciones vs Brasil, que venía ni mas menos que con Ronaldinho como
juvenil. El encuentro fue vibrante a ratos y Cuau se encargó de aniquilarlo con
aquel recorte monumental con el cual el estadio se cayó. Y no volví a sentir
tal emoción en el estadio hasta la final de mis águilas vs el Cruz Azul, jamás
olvidaré los minutos que transcurrieron de que acabó el tiempo reglamentario a
que empezaron los tiempos extras. No se cuanto fue, 10-15 minutos, en el cual
el azteca estaba completamente desbordado, ese si fue un final película, donde afortunadamente
el final feliz fue para nosotros.
Siempre he creído que la diversión que puede
suceder en el estadio es directamente proporcional a los personajes que tengas
como vecinos en la tribuna. Y para muestra un botón, uno de los partidos mas
divertidos a los cuales he asistido fue a un Cruz Azul vs Tecos de hace ya
algunos años, eran cuartos de final y miércoles por la noche. Cuando mi amigo
Luis me llamó y me dijo que si íbamos, le contesté: Neta? Cruz azul vs Tecos?,
como ya saben que no es muy difícil convencerme, accedí, pero sabía que de
entrada la noche no prometía mucho. Un estadio a la mitad tal vez, un poco de
frío y muy poco fútbol. Pero como si dios hubiera querido darnos una lección,
ya al medio tiempo, alcanzamos a distinguir a un curioso personaje en uno de
los palcos, que en realidad no son palcos. Se veía que ya llevaba varias
cervezas y empezó a gritar cosas muy graciosas lo cual la tribuna entera
agradeció porque en la cancha nomas no había mucho que ver, fueron de los 45
minutos mas divertidos en un estadio que recuerdo y del cual rescato frases
como:
- Traiganme esas #”$%& para acá!!
- No mames!!, Arjona pasó por mi palco!!
- Recordemos la temporada 83-84
Y de estas
mil historias, en otra ocasión les contaré el día que nos persiguió la policía
montada en el América vs Sao Caetano, el día que los de la monumental golpearon
a mi amigo Luis o las incómodas veces que tuve que ir infiltrado a C.U.
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